Qué
Transmito con mis gestos. ( Cáp. 3) – Los micropicores
Los
micropicopicores nos pueden revelar muchas cosas acerca de una
persona, y de nosotros mismos. A veces rascarse no es tan inocente
como creemos, son gestos que delatan un una emoción algunas veces
reprimida, lo digo para que no nos pongamos a observar que es lo que
hacemos después de leer este post.
Imagina
que estás sentado en una cena y no te estás divirtiendo y quisieras
irte; pero no puedes, tienes que quedarte un rato más, el cerebro se
adelanta a tus deseos y le manda a tus piernas la señal de partida,
y entonces fluye más sangre a esa zona...La zona se dilata más de
lo normal y eso crea un picor que tú rascas casi sin darte cuenta,
inconscientemente para aliviar esa sensación. El picor suele durar
unos cinco segundos y ocurre antes de que tes cuenta a veces de que
quieras irte.
Cuanto
más se manifiesta el micropicor cerca del centro del rostro mayor es
tú implicación. La nariz, es una localización muy reveladora. Si
quieres comprobarlo, haz una pequeña
prueba si os rascáis en la interna del brazo o de la pierna, da una
sensación de bienestar, en cambio en la cara externa sugiere
malestar...
No
sólo cuando te rascas, sino como. Rascarse con la mano
abierta muestra una mayor relajación frente a la situación o el interlocutor. Rascarse con el puño cerrado refleja un estado de
estrés o de concentración del pensamiento que impide la relajación.
Y rascarse con el dorso de la mano es como una vuelta sobre uno
mismo, una reflexión.
También
hay micropicores que delatan ansiedad o una pequeña inseguridad,
pero hay otros que son verdaderas señales de alarma por que muestran
enfado, estrés.